lunes, 7 de enero de 2013

Ralph El Demoledor



Desde finales de la década del 20, Walt Disney fue indubitablemente el rey del cine de animación en el mundo. Su estudio produjo las más memorables y recordadas películas animadas de las que haya recuerdo en el mundo del celuloide. El mismo Walt Disney era el motor detrás de sus películas, siempre buscando historias sencillas acompañadas de innovaciones técnicas que atraigan a la gente a las salas de cine.

Walt Disney fue un pionero y su nombre quedará en la perpetuidad como una de las personas más importantes en la historia. Tras la muerte de Disney a mediados de la década del 60, su estudio empezó a caer y sus cintas animadas empezaron a ir perdiendo su brillo. En los 90 hubo un resurgimiento con The Beauty and the Beast (1990), Aladdin (1992) y The Lion King (1994). Pero en la última década las cintas de Disney se veían opacadas por las mucho mejor logradas películas de Pixar como Wall-E (2008),  The Incredibles (2004) o Up (2009), además de los esfuerzos de cineastas independientes como Tim Burton y la creciente fuerza de cintas basadas en mangas orientales.

La última película de Disney es Ralph el Demoledor o Wreck-It Ralph (2012), película basada en un personaje de videojuego que desea dejar de ser el villano para convertirse en héroe. En su peripecia, conoce a una niña que es avatar en otro videojuego y que al ser considerada una falla, no puede participar en su mundo.

Los personajes de Disney siempre han sido parias de sus grupos, Dumbo, Bambi, Pinocho y hasta la Cenicienta eran seres que no encajaban, que eran marginados por alguna razón. Ralph y Vanelope entran en esta línea de figuras animadas que no se hallan y que van en busca de su identidad.

La historia parte una premisa acertada, sin embargo el desarrollo del relato cae en varios desaciertos. En vez de apostar por una narración simple, la trama se complica demasiado, prolongándose innecesariamente. La moraleja que viene acompañada al final parece demasiado forzada por los excesivos esfuerzos que se hacen para llegar a ella. No hay duda que se trata de un film que es disfrutable pero que está lejos de las cintas clásicas de Disney.

Los mejores momentos de la película son cuando se nos presentan a personajes de videos juegos conocidos como los de Street Fighter o al viejo PacMan, en esos momentos nuestros recuerdos se ven plasmados en la pantalla. Desgraciadamente estos momentos son escasos y no fueron explotados del todo. Wreck-It Ralph es la última cinta de animación del 2012 que veremos en nuestra salas, en un año que no ha sido muy bueno para el cine animado; con la única excepción de Frankenweenie (2012) de Tim Burton, las demás películas animadas de este año ha sido poco más que mediocres.

Recomiendo llegar temprano a la sala para ver esta película, el corto animado que presentan antes de la misma está muy bueno y vale la pena verlo tanto o más que al propio Ralph. 



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