Pedro Almodóvar
es definitivamente uno de los directores más importantes de la historia del
cine; en las últimas tres décadas las películas del director español han
cautivado a los cinéfilos de todo el mundo. Se puede decir que Almodóvar es el
cineasta español más internacional de ese país, conocido por casi todas las
audiencias en cualquier idioma.
El cine
de este “niño terrible” siempre se ha caracterizado por un estilo propio, una aproximación
a lo grotesco y lo exagerado pero desde un punto de vista estético, casi
humanista. Sus personajes nunca son gente normal sino más bien personas con un trastorno
de algún tipo.
Sus
mujeres son siempre mujeres al borde de un ataque de nervios, que fue el título
de una de las primeras películas del director. Mientras que sus hombres siempre
están en búsqueda de ese lado femenino inconsciente. Sobre los distintos
personajes de las películas de Almodóvar se podrían escribir libros enteros.
Son criaturas donde se mezclan la realidad y la fantasía, las creencias
religiosas y las supersticiones más absurdas, la modernidad del mundo y las
tradiciones pueblerinas de cada individuo.
En Los Amantes Pasajeros (2013), el
director ha vuelto a la comedia, usando como escenario para su relato un avión.
La película usa la premisa de otro film, Airplane
(1970), donde en una aeronave se juntan los personajes más descabellados,
los cuales son obligados a convivir en una situación de emergencia. La tensión
de una posible desgracia es opacada con una serie de situaciones cómicas que
nos hacen ver el verdadero lado de cada uno de los tripulantes.
Los
viajeros de Los Amantes Pasajeros son
los más excéntricos que uno se puede imaginar, los fligth hostess son un trío de
locas descontroladas, los pilotos tienen sus propios problemas de identidad
sexual, una matrona de escorts de alto nivel, un estafador que busca a su hija
dominatriz, un asesino a sueldo, una virgen de cuarenta años con poderes
psíquicos y una pareja de enamorados cachondos son parte de las personas que
vemos en este avión.
Almodóvar
cuida la estética de su cinta, como siempre le da colores vivos que resaltan lo
popular de sus historias. De igual modo, busca que cada personaje cuente su
historia propia. Sin embargo, el resultado de Los Amantes Pasajeros es negativo. El director abusa de los
elementos que en otras cintas lo hacen atractivo, el sexo, la homosexualidad,
la intimidad, las relaciones personales ya no son consideradas como aspectos
humanos sino que son caricaturizados hasta el ridículo.
Uno
podría pensar que con un reparto lleno de actores con los que Almodóvar ha
trabajado antes, al menos podríamos ver buenas actuaciones. Pero todos los
papeles son demasiado cargados, por momentos pareciera que no estamos viendo un
film sino algún sketch de la peor época de Risas y Salsa. A pesar que la cinta
dura apenas una hora y media, se hace interminable por lo tedioso del relato.
El resultado final es que ningún personaje se encuentra delineado, hay mini
historias que se quedan al aire y una escena musical que satura hasta el
bostezo.
Los Amantes Pasajeros es una prueba que hasta los grandes
directores cometen errores. Una pena.
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