miércoles, 13 de agosto de 2014

Lauren Bacall (1924 – 2014)




Soy afortunado de haber descubierto el buen cine desde muy pequeño, siendo casi un niño. No tenía más de 12 años cuando vi To Have and Have Not (1946), la cual fue una de las experiencias cinematográficas más importantes de mi vida. Recuerdo este evento claramente por una simple razón: Lauren Bacall.

El apodo de Bacall era "The Look"
Terminada la película su voz, su mirada felina y su presencia avasalladora quedaron impregnadas en mi mente y puedo afirmar con toda seguridad que fue la primera vez que me enamoré de una actriz de cine. A partir de ese momento, traté de siempre estar pendiente de su carrera y fue una coincidencia que unos meses después la vería desfilando por la alfombra roja como nominada al Oscar por The Mirror has Two Faces (1996) premio que perdió y por el cual casi rompo la pantalla de mi televisor.

Lauren Bacall era una bella adolescente de apenas 20 años cuando una foto suya en una revista llamó la atención de la esposa del director Howard Hawks. Como si el destino hubiera esperado ese momento, el director cedió al pedido de su esposa y le hizo una prueba a la joven postulante a actriz. En ese instante, nacería un romance entre las cámaras de cine y la rubia belleza neoyorquina. Obviamente, obtuvo el papel y fue puesta como protagonista de uno de los actores más importantes del momento, Humphrey Bogart.

La cinta era To Have and Have Not y probablemente sea uno de los debuts actorales más importantes de la historia del cine. Durante el rodaje la actriz de 20 años empezaría un romance con el actor de 45 y así, una de las historias de amor más grandes de Hollywood. En 1945, ambos actores contraerían matrimonio.

Bogart y Bacall en To Have and Have Not

Bogart y Bacall compartirían créditos en las clásicas The Big Sleep (1946), Dark Passage (1947) y Key Largo (1948), las dos primeras íconos del film noir y la tercera un notable drama dirigido por su amigo John Huston. Antes de cumplir 21 años, Lauren Bacall ya era un símbolo del cine negro, una actriz inmensamente popular y la esposa del actor más importante de su época. Si ella lo  hubiera querido, se hubiera podido convertir en una estrella incluso más grande que su marido pero prefirió trabajar ocasionalmente y más bien dedicarse a su familia que incluiría a dos hijos.

Bacall antes de dar la recordada frase: "if you want
me just whistle. You know how to whistle,
don't you? Just put your lips together
and blow"
La presencia de Bacall parecía hecha para el film noir, ella era atractiva y misteriosa como debe ser una
femme fatale y no hubo más femme fatale que ella. En 1949, Bacall haría historia al unirse a su esposo y otras figuras del cine en una marcha a Washington para reclamar la Primer Enmienda a la Constitución Norteamericana y mostrar su oposición al Comité de Actividades Anti-Americanas que dirigía el Senador Joseph  McCarthy, el cual no tenía otra razón más que perseguir comunistas en la industria del cine.

En 1950, la actriz demostraría sus dotes para el drama en la biográfica Young Man with a Horn (1950) coprotagonizada por su antiguo compañero de estudios Kirk Douglas. Y durante esa década la veríamos en la comedia How to Marry a Millonaire (1953) donde representaba el feminismo natural e intelectual opuesto al de su compañera en pantalla Marilyn Monroe, el drama Woman’s World (1954) cinta poco recordada que tiene la que muchos consideran su mejor actuación, el clásico Written on the Wind (1956) del genial Douglas Sirk donde Bacall da otra magnífica actuación como mujer de sociedad y Designing Woman (1957) en la que compartiría créditos con su amigo Gregory Peck.

Marilyn  en gafas
y Bacall en lentes negros.
Bacall confesó en su autobiografía que rechazó muchísimas ofertas laborales en esos años puesto que prefirió cuidar a Humphrey Bogart, que estaba aquejado por un cáncer que terminaría por quitarle la vida en 1957. Tras la muerte de su querido Bogie, la actriz de menos de 40 años se alejaría temporalmente del cine y no volvería sino en películas con grandes repartos en las siguientes décadas, ya convertida en una intérprete respetada.

En 1961, Bacall se casaría con el también actor Jason Robards, matrimonio que duraría hasta 1969 y del cual nacería el tercer hijo de la actriz. Según Bacall, su matrimonio terminó por el alcoholismo del talentoso Robards.

En 1970 y con más de 40 años, la consagrada actriz de cine volcó su atención al teatro y protagonizó el musical Applause, donde interpretaba a Margo Channing el personaje de Bette Davis en la cinta All About Eve (1950). Bacall ganó su primer Tony y empezaría una productiva etapa en las tablas, la cual concluiría con el musical Woman of the Year en 1981, por el cual recibiría su segundo Tony. Vean en YouTube una grabación de su actuación en Applause y podrán disfrutar de una de las más grandes interpretaciones de Broadway.

Una feliz Lauren Bacall recibe el Tony por Applause
Las décadas de los 80 y 90 servirían para que la actriz aparezca en papeles pequeños, aportando su imagen siempre glamorosa y siendo reconocida por las nuevas generaciones. En 1996, interpretaría a la celosa y cruel madre de Barbra Streisand en la llorona The Mirror has Two Faces (1996) por la cual obtendría su primera nominación al Oscar. Increíblemente, la Academia nunca había prestado atención a la carrera de Bacall y todas las apuestas eran que ese año, el premio se lo entregarían tanto por su actuación como por toda su trayectoria. La noche del Oscar, en una de las más grandes sorpresas en la historia del premio, la veterana leyenda viva perdía el premio ante Juliette Binoche por The English Patient (1996). La misma Binoche reconoció en su discurso de aceptación que Bacall debió ser la ganadora. Valgan verdades, la Academia hizo bien en no darle el premio a Bacall, su carrera es demasiado brillante como para ser reconocida por una película tan mediocre como esa.

En el 93, Anthony Hopkins le presenta el premio Cecil B. DeMille
Mientras la mayoría de estrellas del Hollywood clásico empezaban a apagarse, Bacall seguía activa y cosechaba tributos por su carrera; en 1992 recibió el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián, en 1993 le otorgaron el Cecil B. DeMille Award que es el Globo de Oro Honorífico y en 1997 recibió el Kennedy Center Honors, premio otorgado por el Presidente de Estados Unidos y que es el honor más alto que puede recibir un artista en ese país. En el año 1999, el AFI la incluyó en su lista de las 25 actrices más importantes del cine clásico, era de las pocas que aun vivían de esa relación de leyendas.

Por fin! ... su merecido Oscar!!!

En el 2009, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, consiente de su error, decidió otorgarle el Oscar Honorífico por toda su trayectoria en una ceremonia en la que estuvieron muchos de los amigos de la actriz y donde dio un notable y emotivo discurso. El Oscar era el galardón que faltaba para coronar una carrera llena de triunfos y con tanta influencia en el cine.

Bacall siguió trabajando hasta hace unos meses y soy de los que cree que debió volver a ser nominada al Oscar en el 2003 por su papel de la venenosa vecina en Dogville (2003) de Lars Von Trier.


Lauren Bacall se ha va pero deja una vida increíble. En una industria dominada por las apariencias, ella siempre guardó su identidad y supo mantener su vida privada alejada de los flashes. Bacall siempre se jactaba de no haber acudido nunca a un cirujano, decía que “toda tu vida se refleja en tu rostro y uno debe estar orgulloso de eso”. Siempre liberal, avocada a las causas sociales, supo convertirse de la actriz joven del momento en un referente para todo aquel que quiera dedicarse a la actuación incluyendo el de actrices como Nicole Kidman o Anjelica Huston.

Desde mi perspectiva, Lauren Bacall fue un ícono del feminismo a pesar que fue una mujer hogareña y dedicada a su familia. Creo que su sola presencia le dio más independencia a todas las mujeres sin caer en los clichés progresistas del momento. Pero por sobre todo,  Lauren Bacall fue una estrella de cine, en todo el sentido de la palabra, una sobreviviente de la época dorada del cine de la cual fue protagonista. Descansa en paz, adiós Betty.




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