Se encuentra en
cartelera Gone Girl (2014), la más reciente película del
director David Fincher. La película ya empieza a sonar como una fuerte
competidora en la próxima temporada de premios. A continuación algunas razones
por las cuales no hay que dejar de ver el film.
1.
David Fincher se ha posicionado como uno de los mejores directores
de estos tiempos. Sus películas mezclan una narración dinámica, moderna,
atrevida sin dejar de incluir estilos clásicos de maestros como Alfred
Hitchcock o Billy Wilder. En Gone Girl se ponen de manifiesto
justamente la influencia de estos dos directores de
manera más notoria. La cinta es
emocionante, construye situaciones complejas, diseña personajes desde
los principales hasta los secundarios, apuesta por el cuidado de los detalles,
no deja cabos sueltos y mantiene un ritmo interesante a pesar de lo largo de la
duración del film.
2.
Gone Girl es una película que pone muchos temas en debate. El manejo
de la información por parte de los medios de comunicación, las complejidades de
una relación matrimonial, los problemas que presenta la cultura del éxito, los
estereotipos de la sociedad y los problemas mentales que aquejan a muchos en
apariencia sanos son tratados de modo impecable e implacable por la película.
Sin embargo, la critica de Fincher no se muestra pretensiosa sino mas bien
subliminal y aguda, mezclándose con el entretenimiento de la historia.
3.
La elección de reparto es impecable. Sobre todo el caso
de Ben Affleck que es el actor perfecto para esta película. Su personaje es el
de un esposo que se ve acusado por la desaparición de su mujer bajo la premisa
de sus errores de actitud e infidelidades. El Nick Dunne que crea Affleck es un
hombre agobiado por las circunstancias, mediocre en su madurez, incapaz de
controlar el peso mediatico que lo rodea. En cierta manera, Nick
Dunne es el Ben Affleck de hace unos años cuando sus escándalos personales
pesaban más que su carrera y su matrimonio era el platillo de la
prensa más amarilla. Affleck logra una actuación creíble, acertada en todo
momento, con elementos personales que el actor sabe usar en
los instantesprecisos sin caricaturizar y en favor de la historia. Fincher
no solo ha logrado colocar a Ben Affleck como un actor interesante sino que ha
obtenido la mejor actuación en la carrera de la estrella hollywoodense.
Pike, Affleck y Fincher |
4.
La otra gran actuación de la cinta es la de Rosamund Pike. Esta
bella actriz inglesa por fin ha encontrado un papel que le permite mostrar toda
su versatilidad y vaya si lo consigue. Amy Dunne, la mujer que
desaparece y que es el verdadero centro de la historia, se convertirá en uno de
los personajes femeninos más aterradores de la historia del cine.
Pike ha conseguido con esta actuación lo que Kathy Bates logró
con Misery (1990) y le ha dado a la locura y la psicopatía un
nuevo rostro. La actriz explota su imagen de perfección y a
diferencia del personaje de Affleck, su papel evoluciona de una presencia
fantasmagórica a una monstruosa. Rosamund Pike se merece ser nominada al
Oscar a Mejor Actriz el próximo año.
5.
Otro gran acierto de la cinta es el uso de los actores
secundarios. Todos los papeles que en la mayoría de películas son de relleno
son explotados por el guion de la película. Y la dirección de Fincher logra
articularlos de tal forma que todos se convierten en tuercas de una misma
rueda.
La cinta es por momentos grotesca. |
6.
Los aspectos técnicos del film también están logrados. El director
recurre a sus colaboradores usuales y tal como en sus recientes The
Social Network (2010) y The Girl with the Dragon Tattoo (2011) consigue
una fotografía oscura y lúdica, apropiada para el contexto grotesco de la
trama. La música del film es absorbente y con tonos fuertes esporádicos, con
una sobriedad apropiada.
7.
La escena favorita: hacia al final de la cinta, Amy y Nick tienen
que enfrentarse a una rueda de prensa en la sala de su casa. La pareja baja las
escaleras de su casa mientras la cámara los graba desde abajo y con una visión
de la gente que los mira atónitos. Pareciera que el tiempo se detiene en esos
segundos. La escena es una clara referencia a ese momento en el cual Gloria
Swanson sale de su habitación para comparecer ante la prensa y la policía en
ese clásico de Billy Wilder llamado Sunset Boulevard (1950). Amy
Dunne y Norma Desmond son dos figuras de cera, que han construido una imagen
alrededor de sus delirios y que han conseguido manipular la realidad a su
locura, son dos muertas en vida cuya putrefacción está cubierta en maquillaje y
por las luces del espectáculo.
8.
Nuestro ranking: 4.5 de 5
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