Se encuentra en
cartelera la cinta inglesa Toda una Vida
o en su título original Another Year
(2011). La película está dirigida por el reconocido Mike Leigh, que como es
de esperar le añade a este trabajo todos los elementos que son reconocidos en
su obra.
Toda una Vida nos relata la manera como un matrimonio feliz, cercano a la tercera edad,
Tom y Gerry interpretados por Jim Broadbent y Ruth Sheen, viven su vida entre
cosechas en el jardín y sus relaciones con amigos cercanos. Durante la historia
vamos conociendo a estas personas, cuyas
vidas están marcadas por una soledad que se cubre cuando se encuentran
con esta pareja de esposos.
En primer lugar
está el propio hijo del matrimonio, un hombre de 30 años que aún se encuentra
soltero y que siente la sutil presión de su entorno para encontrar pareja. Por
otro lado, está el amigo de toda la vida de Tom, Ken interpretado por Peter
Wight, un obeso divorciado que no puede jubilarse y que vive de la nostalgia de
su juventud en bares y pubs.
Pero la persona
que más comparte con el matrimonio de Tom y Gerri es Mary, actuada por Lesley
Manville. Mary es compañera de trabajo de Gerri, es una secretaria entrada en
sus años, que se viste como joven y que sigue en busca de ese amor que le ha
sido esquivo.
Mary es una
mujer atractiva pero que no puede disimular su edad, entretenida hasta que el
alcohol la hace perder los papeles y que a pesar de su patetismo muestra una
sensibilidad extraordinaria. Durante el
filme la vemos comprar un auto que no puede manejar, coquetear sin éxito con el
hijo de Tom y Gerri y en una búsqueda constante de compañía.
La película de
Mike Leigh es una vez más un estudio minucioso y hasta subversivo de la clase
media londinense. Así como lo hizo con cintas como Secrets and Lies (1996) y Happy
Go-Lucky (2008), en Toda una Vida,
el director nos muestra retratos de personas corrientes, cuyas vidas transcurre
en lo cotidiano y en lo sencillo. En este caso, este grupo de gente mayor
reconoce que su vida está acercándose a su última etapa y que la muerte es una
realidad cada vez más cercana.
En Toda una Vida no tenemos un drama
común, sino más bien una comedia agridulce, con momentos de ternura y momentos
que provocan la reflexión. Leigh apuesta por diálogos largos, que incluyen tanto
palabras sencillas como evocaciones a experiencias pasadas. La película está
filmada casi íntegramente en la casa de Tom y Gerri, la cual es el refugio para
sus solitarios amigos. Mientras que Tom y Gerri prefieren refugiarse en un
huerto donde son ellos mismos quienes se confrontan.
El guion de la
película está perfectamente estructurado, generando situaciones en las que
muchos se pueden sentir identificados. En esta ocasión, además se recurre a
usar el relato dentro de las cuatro estaciones del año. Pero en ningún caso se
cae en estereotipos, por ejemplo la historia de amor no se presenta en
primavera o en verano sino en el otoño.
Una vez más,
Mike Leigh, consigue un trabajo hermoso de sus actores, con actuaciones que no
son exageradas pero que son totalmente convincentes. Está notable Lesley
Manville como Mary, en un papel lleno de vida y de carisma; pero el verdadero
hilo conductor de la historia es Ruth Sheen como Gerri, una especie de madre
tierra que une, acoge y abraza a todos los personajes.
Notable película
que nos desnuda a la clase media londinense y que presenta un poco comprometido
y honesto estudio de la madurez en la vida de las personas. Es un filme que
habla sobre relaciones y lazos entre personas que se quieren, pero lo hace con
una simpleza que hace que la historia sea sumamente creíble para el espectador.
Totalmente recomendable.