Uno de los aspectos más
importantes de una película es su cinematografía o fotografía, es decir el
manejo puro de la imagen que vemos en pantalla. El papel del cinematógrafo o
director de fotografía es el de darle color a las imágenes en la película, es
quien controla las luces, controla los espacios y trabaja cercanamente al
director de la cinta.
Siendo este un trabajo técnico,
son pocos los directores de fotografía que son conocidos, ya que su labor está detrás
de las cámaras y alejados de los flashes que rodean a actores y directores. Uno
de los cinematógrafos más importantes de todos los tiempos es Gordon Willis,
quien dejó de existir ayer a los 82 años de edad.
El trabajo de Willis es uno de
los más influyentes dentro de una época de muchos cambios en el cine. Tuvo la
oportunidad de trabajar en algunas películas que ahora son consideradas pilares
del celuloide y su innovación en estilos y sobretodo en el uso de claroscuros
puede sentirse en prácticamente toda película actual.
Willis y Woody Allen en el rodaje de Annie Hall |
Fue la década del 70 la que le
trajo más glorias a este maestro de la cámara. Fueron en estos años en los que
colaboró en películas importantes como “The
Parallax View” (1974). Pero fue
su trabajo junto a 3 grandes directores los que le valieron el aplauso unánime
de la crítica. Trabajó junto a Alan J. Pakula en “Klute” (1971) y “All the
President’s Men” (1976), entre otras. Junto al gran Woody Allen en cintas
memorables como “Annie Hall” (1977),
“Interiors” (1978), “Manhattan” (1979), “Zelig” (1983), “The Purple Rose of Cairo” (1986), y varias más. Y finalmente,
Willis fue el artífice de las imágenes inolvidables de la trilogía de “The Godfather”, siendo el director de fotografía
de las 3 cintas de Francis Ford Coppola.
A pesar de una carrera llena de
éxitos, Willis solo estuvo dos veces nominado al Oscar, la primera por “Zelig” (1983) y la segunda por “The Godfather Part III” (1990). Perdió
en ambas ocasiones.
Willis y Francis Ford Coppola en el rodaje de The Godfather |
En el año 2009, la Academia de
Artes y Ciencias Cinematográficas por fin hizo justicia y decidió otorgarle un
Oscar Honorífico por toda su carrera. En esa ceremonia, Willis recibió el
homenaje entre otros del director de fotografía Caleb Deschanel y del actor
Jeff Bridges, quien actuó en la cinta “Bad
Company” (1972) donde también trabajó Willis.
El Oscar de Willis tiene inscrito
que se le entrega el premio por su “maestral uso de la luz, la sombra, el color
y el movimiento.” A Gordon Willis se le conocía en la industria como el Príncipe
de la Oscuridad, quien vea alguna de las películas en las que ha trabajado podrá
entender su apelativo.
Gordon Willis y su merecido Oscar en el 2009 |
Solo basta pensar que este hombre
fue el artífice de darle ese color lúgubre y con un rojo envolvente a la
oficina de Vito Corleone mientras este recibe a sus invitados en el matrimonio
de su hija. Y fue Willis quien nos dio esa imagen en blanco y negro del puente
de New York, mientras Woody Allen y Diane Keaton conversan en la memorable
Manhattan.
Todo un genio del cine, que debe
ser más recordado. Que descanse en paz.
La imborrable y perfecta escena de Manhattan (1978) |