Uno de
los sub géneros cinematográficos más populares es aquel del cine de desgracias.
Sin embargo, Hollywood repite constantemente la misma fórmula en estas
películas, que generalmente empiezan con la presentación de los personajes en
la normalidad, luego el fenómeno natural o artificial que cambia su status quo
y la lucha por la supervivencia luego de ocurridos los hechos.
Este
tipo de películas empezaron en la década del 70, con títulos notables como The Poseidon Adventure (1972), The Towering Inferno (1974) y Earthquake (1974). En estas no solo se
contaba con un gran reparto de actores sino que se mezclaba de manera eficiente
el impacto visual de la catástrofe con las historias humanas que se veían
golpeadas por la desventura.
Desde
finales de la década del 90 y a propósito de las innumerables predicciones
sobre el fin del mundo, Hollywood volvió al género pero dándole mayor
importancia a los efectos visuales que a las historias de fondo. Dentro de este
grupo de películas súper taquilleras están Independence
Day (1996), Armageddon (1998), The Great Storm (2000), The Day after Tommorrow (2008) y otras
varias más; dentro de las cuales incluso se puede considerar a Titanic (1997).
Lo Imposible o The
Impossible (2012) entra definitivamente en este género de cintas tragedia.
La historia gira en torno a la supervivencia de una familia luego del desastroso
tsunami ocurrido en vísperas de año nuevo en Tailandia el año 2004.
El
director J.A. Bayona, nos relata una historia cargada de elementos sentimentales,
con fuertes imágenes visuales que buscan hacer sentir al espectador la tragedia
en carne viva. Por momentos la pantalla se torna totalmente oscura y solo
escuchamos el agua que corre y golpea, en otros las imágenes de los personajes
siendo revolcados por el mar causan impacto. Pero Bayona se aleja de las
típicas películas de tragedia contando una historia familiar, donde una madre y
un hijo se vuelven cómplices dentro de las peores circunstancias. Son estos
momentos y aquellos en los que vemos el reencuentro de personas que han vivido
lo mismo, en los cuales la sensibilidad de la cinta llega a su clímax y puede
provocar más de una lagrima en quien la ve.
The Impossible (2012) es definitivamente un trabajo ambicioso,
pero con varios defectos sobretodo en su narración. Muchas de las escenas son
demasiado largas e incluso repetitivas, dejando espacio para momentos de tedio
innecesarios. De igual modo, Bayona nunca dibuja por completo a sus personajes,
así pareciera que al inicio solo vemos escenas que no hacen más que esperar el
momento del tsunami. Aparte de los roles principales de la madre y el hijo, los
demás personajes se pierden en el relato. Pareciera que Bayona en su deseo de
darle un aire más sofisticado a una película de género, lograra justamente que
la estructura central de la historia se pierda en demasiadas ramas.
Lo más notable
de la cinta son los aspectos técnicos, como el maquillaje, el sonido, la música
de fondo y los muy logrados efectos visuales. También, el trabajo del pequeño
Tom Holland es notable y prometedor. Pero la cinta le pertenece a Naomi Watts,
que es una de las mejores actrices de nuestros tiempos y cuyo amplio rango de
interpretación le permite mostrarse como una madre sensible y como una
luchadora al borde de la muerte. Con esta actuación, Watts tiene muchas
posibilidades de conseguir una merecida nominación al Oscar la próxima semana.
The Impossible es un buen intento por renovar una cinta de género,
pero con defectos que no la hacen completa. Eso sí, no olviden llevar sus
pañuelos y tissues cuando vayan a verla, las lágrimas están aseguradas.
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