martes, 23 de julio de 2013

Titanes del Pacífico



Desde hace unos días se encuentra en nuestra cartelera la esperada Titanes del Pacífico o Pacific Rim (2013), su título original en inglés. Se trata de una cinta que suscita expectativas puesto que se encuentra dirigida por el mejicano Guillermo Del Toro, quien ya nos entregó los dos interesantes capítulos del demonio rojo en Hellboy (2004) y Hellboy 2 (2008). Del Toro además dirigió la excelente El Laberinto del Fauno (2006), una de las mejores películas de la década pasada y que lo consagró como un nuevo rostro en el cine de fantasía.

Del Toro es un director formado en las aulas, que conoce el cine como una disciplina a la cual le aporta su propia pasión. Se puede decir que es uno de esos rostros que aún apuesta por un lenguaje de autor en cada uno de sus trabajos. El hecho que sus películas sean casi todas cintas de género, no impide que sean trabajos que destacan de las demás de su grupo.

En Pacific Rim, existen varios momentos que nos recuerdan a muchos momentos del cine del pasado. Pero fundamentalmente estamos ante una cinta que busca emular esas antiguas películas japonesas que mostraban grandes monstruos destruyendo ciudades. De films como esos de donde salió Godzilla y esos grandes robots que después darían el salto a la televisión mundial.

La inspiración de Del Toro proviene de ese cine asiático que mezclaba las situaciones de catástrofe más absurdas, casi todas inspiradas en los eventos causados por la radiación existente luego de la explosión de Hiroshima. Y así, como en esos títulos, las desgracias son enfrentadas con el heroísmo de los rebeldes que trabajan al margen de un gobierno cerrado y prepotente.

Pacific Rim es una película que busca atraer grandes masas pero trabajando en una premisa de cine de género. Cometido que consigue gracias a la no saturación de sus imágenes, al cuidado que se le da al relato, a la importancia de los personajes humanos. No tenemos efectos especiales que justifican la existencia de Transformers, sino que los robots son armas de la humanidad.

Pero no solo estamos ante una película de robots y monstruos inmensos, sino que también se muestra una aventura de sobrevivencia humana en paralelo, donde están presentes todas las razas e identidades, que trabaja con un mercado negro de piezas de monstruo y donde se construyen grandes murallas como se construían los rascacielos de Nueva York hace casi 100 años.

Si bien es cierto al final, Pacific Rim pierde algo del interés inicial y su ritmo se torna un poco más lento y bastante más increíble. Después de las más de dos horas de duración, nos llevamos la sensación que hemos visto un trabajo distinto a la gran mayoría de decepciones que hemos visto en los últimos meses.


Interesante trabajo de Guillermo Del Toro, que vuelve a demostrar que se puede hacer cine para las grandes audiencias de manera correcta y respetando el lenguaje fílmico. Pacific Rim es de lo mejor de esta temporada de estrenos, hay que verla de todas maneras. Recomendable.

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