En los últimos
años hemos visto como el cine de Hollywood ha vuelto a las viejos historias de
las películas de Disney pero dándoles mayor cuerpo a los personajes secundarios
o antagónicos. Así, Tim Burton le volvió a dar una mirada más oscura y valiente
a Alicia en el País de las Maravillas en la fantástica Alice in Wonderland (2010) y se trató de explicar la historia no
contada del Mago de Oz en la fallida Oz,
The Great and Powerful (2013).
Ambas películas
ampliaban las dimensiones de los personajes y desarrollaban tramas que se
alejaban de los extremos de los viejos clásicos animados donde solo existe el
bien y el mal. Se puede decir que buscaban darle un enfoque más adulto a los
cuentos animados sin dejar de lado el atractivo infantil y la personalidad
propia de este tipo de relatos.
Dentro de esa
línea, este año los mismos estudios Disney muestran Maleficent (2014), película basada en el cuento de La Bella
Durmiente de Charles Perrault y los hermanos Grimm que inspiró el clásico
animado Sleeping Beauty (1959).
A diferencia de
su película antecesora, esta cinta se concentra en la figura de Maléfica, la
bruja que condena a la bella heredera al trono a un sueño eterno, hechizo que
solo puede ser roto con un beso de verdadero amor.
Angelina Jolie como Maléfica, la bruja animada de Sleeping Beauty |
El desarrollo
parte desde una Maléfica niña que no le hace honor a su nombre y que por el
contrario es una protectora dentro del reino mágico. Es su amistad con un
hombre la cual trae problemas a esta mujer de alas y cuernos y que termina
sembrando en ella la semilla del mal.
Maleficent es una película que en apariencia puede parecer infantil y ciertamente lo
es, está llena de efectos especiales, una cuidada dirección de arte y una
ambiciosa puesta en escena que crea un mundo de castillos y personajes
fantásticos. Pero Maleficent es
también una película adulta, con muchas referencias a aspectos espirituales o
morales, como la lucha entre el egoísmo y el amor desinteresado, la noción
sobre un paraíso que es corrompido por la ambición humana y el sentido del
verdadero amor.
Pero el mayor
logro de Maleficent es que empieza a
romper mitos creados en una época donde el cine era la vía de escape para un
mundo en problemas y donde se construyeron estereotipos donde solo existía el
blanco y el negro. Es la desmitificación de la figura de la bruja mala a través
de su humanización.
A pesar de sus
detractores y de las carencias de la
cinta, Maleficent es una buena
opción para una visita familiar al cine, donde niños y adultos pueden disfrutar
de una película con elementos atractivos para ambos.
3 de 5
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