Y las películas del Oscar siguen
llegando a la cartelera, esta semana se estrenó American Hustle, el
trabajo más reciente del director David O. Russell. La cinta, que ha recibido
fuerte respaldo de la crítica norteamericana, relata las historias de un
estafador, su esposa y su amante, un agente del FBI en busca de la fama y un
alcalde querido por su gente. El guion está basado en hechos reales pero el
director sabe aportar obvios elementos de ficción a la trama.
El relato de American Hustle empieza
sembrando el misterio en la audiencia, con una escena cuyo desarrollo es
incomprensible pero que empieza a mostrar los rasgos de los personajes
principales. La narración de la cinta girará en torno justamente a estos
hombres y mujeres que juegan cada uno su propio partido. Dentro de un mundo
donde todo se aparenta, donde todos engañan y donde la confianza parece ser un
elemento histórico, el que logra estafar a todos es el vencedor.
Las relaciones personales en American
Hustle son simples pretextos para los negocios y los intereses
personales, incluso entre las parejas enamoradas pareciera existir una distorsión
de los sentimientos. El mundo donde ocurren los hechos pareciera estar yendo a
un ritmo donde hasta el más noble de los líderes sucumbe ante la tentación de
la ambición.
Russell nos transporta a la Nueva
York de fines de los años 70, a la era post Nixon donde la desconfianza se
parece haber apoderado de la sociedad norteamericana. La dirección artística del
film es impecable, las locaciones, el vestuario y el uso de peluquines convierten
a rostros conocidos del cine en figuras pintorescas. La banda sonora que acompañan
las escenas reúne canciones de la época harto conocidas por lo que se genera atención
en el relato.
David O. Russell y el reparto de American Hustle, todos
menos Jeremy Renner están nominados al Oscar.
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Sin embargo, American Hustle está
lejos de ser la mejor película de Russell, su enfoque en las relaciones
personales ha sido mejor explotado en trabajos previos como Silver
Linings Playbook (2012) o la muy superior The Fighter (2010). Para empezar
el guion de American Hustle se muestra por momentos confuso, el desarrollo
de sus personajes es irregular y peca por momentos de excesivo. Russell busca
copiar demasiados estilos, quiere ser Scorsese y Tarantino, pero no alcanza la espontaneidad
de ninguno de los dos.
El gran acierto del film es el
trabajo de sus actores y es que básicamente se trata de una pieza actoral,
resalta el camaleónico Christian Bale como el estafador Irving Rosenfeld, un
hombre al cual vemos arreglar su cabellera para ocultar su calvicie, que se
enamora de una mujer que no es su esposa pero que cede a las manipulaciones de
la segunda. El personaje de Bale evoluciona a través del film, pasa de ser un
emprendedor despiadado hacia un hombre que busca la redención ayudando a sus víctimas.
La actriz de moda Jennifer Lawrence
otorga otra actuación lograda como la lunática esposa de Rosenfeld, con sus
peinados abultados, su imagen de mujer sensual reprimida y una inocencia torpe.
Lawrence se apodera de las escenas en las que aparece y su actuación a pesar de
ser secundaria, otorga las mayores risas de la cinta.
Amy Adams y Jennifer Lawrence son lo mejor de la película
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Pero la película le pertenece a Amy Adams
como la engatusadora Sidney Prosser, una mujer con una sexualidad avasalladora
y de una presencia hipnotizante. La actuación de Adams no se parece en nada a
ninguna de las actuaciones previas de la actriz, la princesa de Enchanted
(2009) se convierte en una femme fatale con una ambición feroz, que
aparenta ser pieza de ajedrez cuando es en realidad la reina del tablero. Adams
está maravillosa, su actuación no es ostentosa pero es la columna vertebral de
todo el relato.
Como nota aparte, las actuaciones de Jeremy
Renner y Bradley Cooper son poco menos que logradas. En el caso de Cooper,
sorprende su nominación al Oscar, ya que su personaje no va más allá de la
permanente que tiene en el cabello. Resalta la participación pequeña de Robert de
Niro como un mafioso italiano que pone en jaque toda la operación de nuestros
estafadores.
American Hustle es una cinta lograda pero irregular, con escenas innecesarias y que
apuesta mucho y no logra todo. No es una mala película pero creo que no se
merece muchos de los aplausos que viene recibiendo en esta temporada de
premios, más aun cuando hay otras cintas de mayor calidad en la balota. De todos
modos, es un film interesante que vale la pena ver, para que cada uno saque sus
conclusiones.
4 de 5
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