martes, 24 de septiembre de 2013

Elysium



Tenemos en nuestra cartelera Elysium (2013), una de las cintas con mayor expectativa de este año. El film se encuentra dirigido por Neil Blomkamp de quien ya habíamos visto la muy interesante District 9 (2009).

Muchos elementos que vemos en Elysium, ya habían sido explorados por Blomkamp en ese anterior film. En ambas cintas, se muestra un escenario futurista catastrófico, donde las diferencias sociales se han agudizado y el mundo está al borde del colapso. El estilo narrativo del director mezcla el documental televisivo con la versión propia de los protagonistas, busca ahondar en historias humanas dentro de un ambiente de realismo fatalista.

Blomkamp no apuesta por una fantasía basada en grandes efectos visuales, ni escenarios sacados de un cuento de ciencia ficción sino más bien por la radicalización de elementos que podemos ver en estos días. Mientras que en District 9, vemos un apartheid donde los alienígenas viven aislados y dominados por los humanos; en Elysium vemos la ciudad de Los Ángeles abarrotada de migrantes latinos que han superpoblado la ciudad.

El tema de la sumisión por parte de los grupos de poder a costas de los menos favorecidos vuelve a estar presente en Elysium. Ya no se trata de empresas creadoras de tecnologías de la destrucción como en District 9, sino más bien de un mundo artificial en el espacio, creado exclusivamente para gente con dinero que ya no encuentra necesario vivir en nuestro planeta. 

En el tiempo del film, la Tierra se ha convertido en un gran gueto donde como en Casablanca (1943), todos sueñan con el viaje a la tierra de los sueños. La película acierta en los primeros minutos en mostrar un mundo donde la justicia la administran robots, donde los prejuicios ya no son humanos sino tecnológicos, una sociedad que no ha logrado desterrar el trabajo abusivo y donde las oportunidades solo se dan a quienes pueden pagar por ellas.

El director también presenta el ambiente de perfección que existe en el Elysium, este satélite inmenso que parece haber sido sacado de una revista de bienes raíces de nuestros días, donde no existe la enfermedad pero donde el poder sigue siendo el gran elemento de división.

El héroe de Blomkamp vuelve a ser un incomprendido. Mientras que en District 9, Sharito Copley interpretaba a un noble experimentador que se ve contaminado con el ADN de los alienígenas y termina dirigiendo una verdadera revolución. En Elysium, Matt Damon interpreta a un ex convicto que sueña con dejar la Tierra, es un hombre que busca la redención a través de una segunda oportunidad. Su formación entre monjas lo ha convertido en un hombre de buen corazón que no ha tenido suerte en la vida. A pesar de querer entrar en el molde de lo bueno, el mundo corrupto no lo deja y lo termina por abrazar por completo.

Para lograr su cometido, el papel de Damon tendrá que mutar en un semi robot, luchará contra sicarios que actúan en nombre del gobierno distante y se verá obligado a sacrificarlo todo. El sacrificio termina convirtiéndose en la característica principal de los héroes de las cintas de Neil Blomkamp.

La comparación entre ambas películas es inevitable, dado que las premisas principales de la trama se repiten. La diferencia entre ambos trabajos viene en el desenlace que le da el director a sus historias. Mientras que en District 9 parece que la injusticia y la incomprensión resultan victoriosas, en Elysium el final se manipula hacia la victoria de los rebeldes.

Hacia la última parte del film, se puede sentir un tono demasiado condescendiente con los protagonistas que le resta realismo a la fantasía que ha sido creada. Una película que ha funcionado bien en casi sus tres cuartas partes, termina por convertirse en previsible.

Hay que destacar el estilo visual de Elysium, el cual usa slow motion para las escenas de acción, mezcla los planos generales con visiones desde la computadora como si de videojuegos se tratara, genera emoción apostando por secuencias sorpresa, no se guarda imágenes fuertes que refuerzan la trama y mantiene el ambiente de saturación que se trata de impregnar.

No hay duda que Neil Blomkamp es un director que promete mucho, interesado en temas de división social y de caos futurista; es también un buen narrador, puesto que Elysium mantiene la adrenalina durante casi toda su duración, pero que cede hacia un relativo facilismo.

Elysium no deja de ser una película interesante y dentro de lo que actualmente tenemos en cartelera, de lo más recomendable. Otra muestra que se puede trabajar en un cine de género con un estilo propio.


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